Hola, mi nombre es Kuro y este es mi relato:
La Leyenda de Yongan: La Torre de Demonios y los Héroes de shinshoo.
La luna llena iluminaba el oscuro reino de Shinsoo con un brillo inquietante, arrojando sombras alargadas sobre los árboles y las antiguas construcciones del reino. El viento aullaba como un espectro a través de los pasillos vacíos de la aldea, mientras el miedo se apoderaba lentamente de los corazones de los habitantes de Shinsoo.
En este reino, cuatro razas distintas coexistían, cada una con habilidades y destrezas únicas. Los guerreros, con su valentía y fuerza bruta, eran conocidos por liderar la carga en la batalla, blandiendo espadas y escudos con destreza. Los suras, por otro lado, eran maestros en el arte de canalizar energía espiritual y lanzar poderosos hechizos. Los ninjas se destacaban por su sigilo y agilidad sobrehumanos, moviéndose como sombras en la noche y atacando con precisión mortal. Por último, los chamanes eran los guardianes de la naturaleza, capaces de invocar la magia de la tierra y sanar a los heridos.
Hacía mucho tiempo que una oscuridad insondable se cernía sobre la tierra, una sombra que los aldeanos atribuían a la maldición de los Metines. Estas rocas misteriosas caían del cielo en noches de luna llena, y cuando eran golpeadas, invocaban diferentes tipos de criaturas aterradoras. Los guerreros, los suras, los ninjas y los chamanes habían luchado con valentía contra estas criaturas en el pasado, pero ahora los Metines parece que invocaban criaturas con una inteligencia retorcida y que coordinaban sus ataques de una manera nunca antes vista.
KurojiN, un joven guerrero del reino, se encontraba en la plaza de mercado de la aldea cuando la pesadilla comenzó. Miró a su alrededor mientras las rocas Metines caían del cielo, invocando criaturas retorcidas y malignas. Los aldeanos gritaban de terror mientras las criaturas se abalanzaban sobre ellos con garras afiladas y ojos llenos de malicia.
En ese momento se encontraba un heroe de cada raza que habitaba en este reino dispuestos a luchar por defender la aldea de esta lluvia de metines, a pesar de su valentia, poder y habilidades que cada uno desplego en el campo de batalla, los Metines parecían inmortales, regenerándose rápidamente incluso después de los golpes más mortales, lo cual parecia que esta noche seria la ultima.
Desesperados, los cuatro héroes se retiraron hacia la aldea, pero no encontraron refugio. Las casas de piedra se habían convertido en trampas mortales, y las sombras acechaban en cada esquina. Mientras tanto KurojiN, el joven guerrero, se encontró con un anciano sabio llamado Uriel, quien, temblando de miedo, le confió un oscuro secreto. Había un antiguo portal, un portal que conducía a las profundidades del Templo Hwang, se decia que alli se encontraba el origen de la maldición de los Metines.
Los cuatro héroes junto a kurojiN se aventuraron valientemente en busqueda de este antiguo portal, enfrentándose a monstruos aún más aterradores en su camino hacia lo desconocido. Finalmente, llegaron al templo donde se encontraba una torre custodiada de demonios que emitia una fuente de energía oscura. Allí, descubrieron la verdad escalofriante: una entidad demoníaca había corrompido los metines y los habia hecho despertar de nuevo.
La batalla fue feroz, pero la Torre de Demonios seguía en pie, desafiante. kurojiN y sus aliados decidieron aventurarse en la Torre, enfrentando desafíos cada vez más mortales a medida que ascendían sus pisos. Finalmente, llegaron al último piso, donde se encontraron cara a cara con el temido "Segador de la Muerte," una criatura aterradora con una guadaña en una mano y ojos vacíos que parecían mirar el abismo. Unidos en una batalla épica, los cuatro héroes lucharon contra la entidad demoníaca, arriesgando sus vidas para liberar a las rocas Metines y poner fin a la maldición que asolaba su mundo. Con un último golpe de valentía, lograron sellar la entidad en lo más profundo de la tierra, restaurando la paz en Shinsoo.
Pero el precio fue alto. Los héroes regresaron a la aldea como campeones, pero sus miradas reflejaban las cicatrices de la batalla. Sabían que la oscuridad todavía acechaba, esperando su próxima oportunidad para liberarse. Y mientras la luna llena volvía a brillar sobre el reino de Shinsoo, los habitantes sabían que, en algún momento, la pesadilla podría regresar y que deberían estar preparados para luchar nuevamente contra las sombras que habitaban en el mundo Zarox.
kurojiN.